Se habla mucho estos días del Síndrome de la Cabaña, pero es importante señalar que la mayoría de las personas que experimenten miedo a salir a la calle, irán perdiéndolo a medida que vayan saliendo. Poco a poco nos iremos adaptando a una nueva realidad, que no será la del confinamiento pero tampoco la que le precede, al menos por un tiempo. Confiemos en nuestra capacidad de adaptación y resiliencia, y si nos limita demasiado la vida, podemos consultar con un profesional que nos ayude a superarlo.