Desde hace ya algún tiempo Instagram se ha convertido en la red social preferida por los adolescentes por delante de Facebook. Esto se podría explicar por varias razones, aunque se podría resumir en un dicho muy antiguo: Una imagen vale más que mil palabras
Los adolescentes encuentran en esta red un medio para comunicar muchas cosas en poco tiempo, algo que podríamos decir es un valor en nuestra sociedad actual (gran cantidad de información e inmediatez) y que, sin duda, tiene que ver con la aparición y desarrollo de las nuevas tecnologías
Instagram promueve una actividad muy creativa como es la fotografía, algo que entretiene e incluso apasiona a mucha gente
¿Pero por qué gusta tanto a los adolescentes?
Que favorezca la expresión de la creatividad es un factor a tener en cuenta, siendo la adolescencia una etapa en la que se produce un aumento de las manifestaciones creativas
Pero hay otros aspectos que se ponen en juego a la hora de convertirse esta red en la favorita de los adolescentes.
Uno de ellos tiene que ver también con el hecho de que la comunicación se produce fundamentalmente a través de imágenes. Y en este caso nos centraremos en aquéllas en las que aparecen ellos mismos.
Es sabido que la adolescencia supone una transición entre la edad infantil a la edad adulta, y que durante este período se producen numerosos cambios de diferente índole. Pero qué duda cabe de que los físicos son muy considerables, es decir, se produce un cambio de imagen en esta etapa
Los adolescentes quieren estar guapos, pero sobre todo quieren que los demás los vean guapos. La reafirmación ya no la van a buscar tanto en sus padres, sino que su grupo de iguales va a ser principalmente el foco de sus miradas, siendo muy sensibles a los comentarios de los demás. En este sentido, Instagram ofrece un escaparate gigantesco, que como es lógico, también conlleva ciertos riesgos. Por una parte, es un lugar que permite la comparación con todo tipo de personas a nivel masivo, lo que a veces puede hacer que aparezca malestar por el hecho de sentir que otros tienen cosas que uno no tiene y le gustaría tener. Por otro, como en otras redes sociales, se juega a la popularidad. ¿Pero qué pasa entonces si no eres popular? ¿Y si los comentarios sobre tus fotos no son favorables? El número de Me gusta nos da una idea de la popularidad, pero también juega un papel en la búsqueda de seguridad y confianza típica de este período, en definitiva, en el desarrollo de la autoestima.
Un papel fundamental para ayudar a los adolescentes a disfrutar de las redes sociales minimizando los riesgos, lo tienen sin duda sus padres, aunque esto ya era así cuando no existía Instagram. No vale echarle la culpa a las redes sociales. De hecho no se trata de buscar culpables, sino de estar atentos, advertirles sobre los riesgos que comporta publicar determinado tipo de imágenes por internet, transmitir valores como el respeto, hablarles del derecho a la intimidad, y de la posibilidad de borrar comentarios inadecuados sobre sus fotos o dejar de seguir a quien no les interese. No obstante, tengo que decir, que algunos expertos destacan que los adolescentes, nacidos en la era digital, son conocedores de los mecanismos de protección de la intimidad y de seguridad, y que los utilizan más y mejor que los adultos (la mayoría todavía nacidos en la era analógica). Y si no, que se lo pregunten a más de un padre que haya intentado acceder a los perfiles de su hijo adolescente si éxito…
Es importante no quedarse con una visión que sólo se enfoque en los riesgos ya que las redes sociales también ofrecen muchas oportunidades. No olvidemos que cuando hablamos de redes sociales, hablamos de personas más que de tecnología. La parte tecnológica la desarrollan unos cuantos expertos, per la red social tiene éxito o no, en función de si cumple con el interés de las personas. El uso de las redes sociales es lo que las hace grandes, las personas las utilizan para hacer cosas propias del ser humano y que ya hacían antes de existir Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn o Meetic. Es decir, para comunicarse, para relacionarse, para enamorarse, para buscar trabajo…
Pero volviendo a los adolescentes y a Instagram, y en general, al 2.0, no podemos dejar de hablar de los famosos Selfies. Los selfies, a diferencia de otros tipos de fotos, se hacen específicamente para publicarlos en las redes. El objetivo es exponer la propia imagen de forma pública. En la adolescencia, una forma de autoafirmarse es enfatizar y a veces exagerar los rasgos que definen la imagen de un adulto. El objetivo de esas poses tan sensuales o incluso tan sexuales a veces, no sería más que una una manifestación de la prisa que en ocasiones algunas adolescentes tendrían en ser vistas como mujeres adultas. Esto no va siempre acompañado de una madurez psico-emocional, que está en formación, y de ahí que quizás, algunas de elles, no sean conscientes de los riesgos que conlleva publicar este tipo de fotos, como el hecho de perder el control sobre las mismas, o incluso el grooming. De nuevo, es importante que los padres hagan un esfuerzo por comprender este fenómeno sin asustarse pero a la vez ayudar a sus hijas a comprender los riesgos que comportan determinadas actitudes en la red