Todos hemos tenido alguna vez la sensación de estar perdiéndonos algo, por ejemplo, cuando estamos un sábado en casa viendo la tele y sabemos que nuestros amigos están tomándose algo en un bar. Hasta aquí todo es normal. Incluso, si nos hemos enterado por casualidad, es posible que por un momento nos sintamos excluídos, o nos invadan pensamientos como “quizás no querían que yo estuviera..”.
Las redes sociales son un escaparate gigante que nos muestra en tiempo real lo que están haciendo nuestros amigos, conocidos, compañeros de trabajo… por lo que facilitan la aparición de estos pensamientos y de la angustia que provocan. Y la reacción a esta ansiedad, la forma en que generalmente se intenta calmar, es estar pendiente de las actualizaciones, para no perderse nada de lo que ocurre en la red. Esto sin duda, lleva a conductas de tipo compulsivo y a conductas de tipo adictivo. Consultar las redes sociales muy frecuentemente, estar pendientes de que allá donde se esté haya wifi, angustiarse si se olvida el smartphone o si se está en un sitio donde no hay conexión. Que la primera cosa que se haga antes de ir a dormir sea mirar las redes sociales y la primera al levantarse, o incluso antes, desde la cama… E incluso llegar a acortar los tiempos de reuniones de trabajo para poder conectarse y ver todas las actualizacones que se han producido mientras se ha estado “ausente”.
El Fomo como un conjunto de síntomas cuyo origen puede ser de muy diversa índole, en función de la persona y de su recorrido vital. Si bien, parece que el entorno digital facilita la aparición de estas conductas adictivas y de estos pensamientos, convendrá analizar cada caso, para poder ayudar a la persona desde una perspectiva más amplia
La mejor forma de prevenirlo o abordarlo es tomar conciencia de en qué medida el uso que hacemos de internet y de las redes sociales puede estar siendo un problema para nuestra salud mental. Si el grado de enganche que tenemos no llega a puntos extremos, una forma de de abordarlo es dosificar el tiempo de conexión, por ejemplo, evitar conectarse durante las comidas, durante reuniones con amigos, en el trabajo o al menos en las reuniones de trabajo…. Y si uno ve que la cosa le sobrepasa, lo mejor es contactar con un psicólogo
ENLACES DE INTERÉS:
El Mirall de Catalunya Ràdio. Xarxes Socials i abús
Amb Jordi Romañach, autor de “La dieta digital. Aixeca la vista de la pantalla” i amb Dolors Liria, psicòloga psicoterapeuta, coach i especialista en Psicologia i Social Media